
En el Perú, los robos y pérdidas en el transporte de carga se han convertido en una amenaza creciente para sectores como la agroindustria, la minería y el comercio. Aunque el país moviliza miles de toneladas de mercancías cada día, las carreteras presentan un alto nivel de riesgo: más del 70 % de los productos se transporta por vía terrestre y existen unas 70,000 empresas dedicadas a esta actividad. Según estimaciones de seguridad, solo en los distritos del Callao y San Martín de Porres pueden ocurrir hasta 120 robos de carga al mes, y en el Callao se reportan hasta 20 atracos diarios. Estas cifras muestran la magnitud del problema y su impacto en la cadena logística.
Pérdidas millonarias y cifras alarmantes
Los robos de carga no solo afectan al transportista, sino que generan un efecto dominó en toda la cadena de suministro. De acuerdo con Sentrix, los costos por robo de carga en el Perú pueden llegar a US$ 290 millones anuales. Esta misma fuente indica que los incidentes han aumentado alrededor de un 25 % en los últimos años, y que en aproximadamente 3 de cada 4 casos está implicado el conductor, lo que refleja la complejidad del fenómeno. Estas pérdidas se combinan con la falta de infraestructura vial y la inseguridad en las carreteras, elevando los costos operativos para las empresas de transporte. Los robos a las unidades y a la mercancía, así como los riesgos de averías y accidentes, son amenazas constantes que, sin un seguro adecuado, pueden comprometer seriamente el patrimonio empresarial.
Casos emblemáticos
- En zonas cercanas al Puerto del Callao, la Asociación Peruana de Operadores Portuarios (ASPPOR) denuncia robos recurrentes. En uno de los casos más mencionados, una empresa asociada sufrió el robo de un contenedor valorado en USD 10,000; los asaltantes interceptaron el camión a plena luz del día, secuestraron al conductor durante ocho horas y sustrajeron la mercancía.
En áreas con congestión vehicular, bandas delictivas aprovechan los embotellamientos para forzar puertas de camiones y robar mercancía. También se han identificado modalidades más sofisticadas, como simulaciones de intervención policial (delincuentes vestidos como patrullas que justifican parar a los vehículos), obstáculos intencionales en la vía, o conductores coludidos que simulan robos. Estas tácticas reflejan que el crimen organizado utiliza métodos cada vez más refinados y se aprovecha de la debilidad en vigilancia y señalización vial.
Consecuencias para las empresas
El robo de carga tiene impactos multidimensionales:
Costos operativos elevados: empresas se ven obligadas a contratar escoltas, trazar rutas alternas, invertir en vigilancia, tecnología de monitoreo, etc.
Daño reputacional: pérdidas de confianza por parte de clientes, socios logísticos e inversionistas.
Interrupciones en la cadena de suministro: retrasos, incumplimiento de contratos y posibles penalidades.
Inestabilidad financiera: sin seguro adecuado, la empresa asume las pérdidas, lo que puede afectar su liquidez y su capacidad de recuperación.
Importancia del seguro de transporte
Frente a estos riesgos, el seguro de transporte de carga es indispensable. Sentrix reporta que la demanda de estos seguros ha crecido porque protegen la mercancía ante robos, accidentes y daños. Ofrecen coberturas de responsabilidad civil, cumplimiento de normativas, y apoyo post-siniestro.
Un seguro de transporte completo suele incluir cobertura contra robo o hurto, total o parcial de la mercancía; daños al vehículo y a la carga por accidentes, incendios o fenómenos naturales; indemnización en caso de interrupción operativa si el siniestro impide la entrega en plazo pactado; asistencia y responsabilidad civil para cubrir daños a terceros o a infraestructura. Estos seguros también fomentan la formalización del transporte y la adopción de tecnologías como GPS y telemetría, fundamentales para detectar anomalías y reaccionar oportunamente.
Conclusión
El robo de carga en el Perú representa un desafío que no solo implica pérdidas económicas millonarias, sino también vulneraciones a la seguridad de los conductores, deterioro reputacional de las empresas y pérdida de competitividad en sectores clave. Las cifras actuales, como los US$ 290 millones de pérdidas anuales y el incremento del 25 % en incidentes, subrayan la urgencia de tomar acciones decididas. Las empresas deben implementar protocolos de seguridad, capacitar al personal, mejorar infraestructura de vigilancia y, sobre todo, contar con un seguro de transporte de cargaque proteja su patrimonio ante robos y siniestros. La combinación de prevención, tecnología y aseguramiento es la única vía para salvaguardar la cadena logística en el país y asegurar protección real para los operadores y sus clientes.